No puedo hablar sobre nuestra historia de amor, así que hablaré sobre números. No soy matemática, pero sé esto: hay infinitos números entre el 0 y el 1. Hay 0.1 y 0.12 y 0.112 y una infinita colección de otros. Por supuesto, hay una colección más grande de números entre el 0 y el 2 o entre 0 y 1.000.000.
Algunos infinitos son más grandes que otros. Un escritor que nos gustaba nos enseñó eso.
Hay días, muchos de ellos, cuando me resiento por el infinito. Quiero más números de los que soy capaz de conseguir, y Dios, quiero más números para Franco que los que tiene. Pero, Franco, mi amor, no puedo decir cuán agradecida estoy por nuestro pequeño infinito. No lo comercializaría con el mundo.
Me diste un para siempre dentro de los días numerados, y estoy agradecida.
sábado, 2 de febrero de 2013
Se que el amor es incondicional, pero también sé que puede ser imprevisible, inesperado, incontrolable, insoportable y, aunque resulte extraño, es fácil de confundir con el odio. Y... Lo que intento decirte es que creo que te amo, noto mi corazón como si mi pecho apenas pudiera contenerlo. No sé, es... Como si no me perteneciera a mí, porque te pertenece a ti. Y si lo quisieras, no desearía nada a cambio de él, ni regalos, ni bienes, ni demostraciones de devoción. Nada salvo saber que tú también me amas. Sólo tu corazón a cambio del mío.
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